Y las cosas siguieron su curso. El reloj no se detuvo, el mundo nunca estuvo al borde de su total destrucción en el dia de hoy. Todo fué exactamente como debía ir. Todos los engranajes, engrasados y en buen estado, giraron y giraron hasta el final, sonando como un quejumbroso titán de acero. Y aún siguen ahi, minuto a minuto, segundo a segundo, hasta que vuelvan a repicar las campanas de la dulce tragedia.
Y en ese día, en esa fecha tan poco o nada señalada por ningún calendario en la tierra, ni por ningún hecho historico o conjunción astronómica, empecé a escribir.
Empecé a escribir sobre mi propia vida, sobre mis absolutas e innegables aseveraciones, sobre todas las mentiras con las que uno se tropieza durante ese largo camino que es su mundana existencia.
Tras asimilar la idea, y sopesar bien los factores, me dije "y por qué no dejarlo en la red, para que los curiosos y fugaces ojos de mentes aventureras como la mia se dediquen a sumergirse en mis pensamientos, turbias aguas de oscuros fondos, y pueda obsequiarles con mis cambiantes emociones, estados anímicos y pequeñas confesiones con forma de narración imaginaria?". Y de esa manera, nació este pequeño rincon inmundo, alejado de toda forma de razón lógica, un esperpéntico espejo de la lasciva realidad.
y, en el dia de hoy, tan tranquilo, normal y predispuesto a nada en particular, empiezo mi singular andanza a través de la tela de araña social.
Que ustedes disfruten, por favor.
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