martes, 6 de diciembre de 2011

Y quizás de ti.

Quizás, tan solo quizás lo haga. Puede que llegue a escribir acerca de ti, aunque me sería realmente complicado hacerlo con coherencia. No podría plasmar, en ninguna superficie existente, ya sea piedra, un lienzo, una hoja o en mi piel, ni un pequeño porcentaje de lo que me gustaría expresar.
Sabes cuantas sensaciones, cuantos sentimientos, cuantas expresiones he obtenido junto a ti? Sabes cuantas lagrimas he derramado junto a ti, cuantas sonrisas, cuantos suspiros y cuantas miradas de complicidad me has dado la oportunidad de obtener? No podría decírtelo, con ninguna seguridad. Han sido muchísimos momentos, muchos errores, muchas sorpresas, ha sido toda una odisea, marcada con tu sempiterna alegría, tus enfados tempestuosos, mis pueriles errores, nuestras tardes tirados en cualquier lado abrazándonos, pensando en el eterno presente, en los frágiles instantes que se transforman en toda una vida, y tan solo han podido transcurrir apenas unos segundos.
Quizás, repito, tan solo quizás, lo haga. Quizás narre nuestra vida en cuatro palabras, las suficientes para esculpir mi epitafio una vez que mi momento aquí cese. Cuatro insignificantes palabras son suficientes para hablar sobre toda una vida? Claro que no, pero cuatro palabras son suficiente para sintetizar toda una novela, cuatro palabras sirven para darle nombre a una guerra, a todo un siglo, para darle un título a algún libro.
Y es por esta razón por la que me resulta tan complejo dedicarte mas de cuatro palabras. No se puede escribir sobre una historia que aun no ha terminado. Y ni siquiera finalizada es fácil narrarla.
Ten fe en mi.